Días muertos
Hay días que nacen muertos, como nació nuestra guerra que disimulaba la necesidad de buscarnos tras telón. Días que vienen oscuros, cadáveres de la noche anterior, paridos con una noche clavada de antemano en su existencia desde que inician son el presagio de su propio final. Esos días pareciera que nunca terminan quizá porque nunca lograron empezar por completo. Son como vos y yo Les falta algo esencial descontinuado por las fábricas modernas que escupen toneladas de comodidad ordenada dentro de esas simétricas cajas que oscurecen el agudo filo de sus esquinas mudas, para esconder todas las dudas que brotaron con los primeros vellos de tu sexo solitario Algo que quizá existe ya, pero necesitamos (re)encontrar. Están obsoletos, por eso siempre se los ve como un tropiezo renco y testarudo Sorteándose entre las rastras y el paso firme. Ves, son como vos y yo que escribimos con un signo de caducidad en esta mueca, siempre con la sonrisa puesta en la puerta de entrad...