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Mostrando las entradas de 2019

A mis gatxs

De esas cuatro patas toda la suavidad de no pisar el mundo sino flotar desde otra dimensión almohaditas blandas, garras agudas buscando cariño y calorcito lo mismo que yo Se acurrucan en mi panza las vibraciones circulares que cantan perezas y desmienten el estigma de frialdad Veo esos ojos de interrogación esas orejas satelitales y esa extensión, cuerda de equilibrio y me pregunto si piensan en mí durante los ratos que me voy
Caminar entre terrenos hostiles y quebrados oscuras noches y árboles secos, me espantan esta vez Guardé silencios, vomité cuando pude todo lo que me atoraba olvidaba que eso estaba allí Dolí, sangré, sufrí... me toca enfrentar quiero decir que me caí en el abismo que de repente ya no pude más Que la carta de la muerte no te vaya a asustar su figura llena de mi delgadez implantada está hecha de puro renacer transformación lenta, compleja dejar tanta acción errática reaccionando como un perro herido mordiendo las manos, quisiera que no fuera así Equivocarse y aceptar soltarse el paracaídas y caer aceptando la verdad que solo viviendo se puede aprender y solo queda pararse a sanar quizás tratar de reparar o solo aceptar que ciertas cosas hacen tanto mal que todo lo que sucede es intemporal que por fuerza todo todo ha de cambiar y nos toca comprender que ciertas cosas no se pueden ya borrar que ciertas cosas vuelven hasta acá y todo todo ha de cambiar

Fantasmas

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Hay habitantes invisibles en los lugares que no se ven ¿los fantasmas acaso comen? Siempre hay más gente acá dentro hay otros tiempos, otros nombres, hay caras con voces y algunas con partes del cuerpo. No saben irse solos. Hay versiones de palabras y de gestos, de momentos que iluminan y conmueven y hay también versiones de dolores, los fantasmas se alimentan de sus partículas y me erizan la piel cuando me traspasan en busca de ellas. A veces los fantasmas se me acumulan algunos son huéspedes pasajeros y otros se instalan con todas sus valijas. Los cuido y los quiero cuando son bondadosos y me sostienen los pasos para que se queden un rato más en mis memorias. Pero son los hostiles los que tengo que cazar, los persigo, les pongo trampas los trato de sacar por mi boca a través de palabras conjuradas. A veces nada los exorciza hasta que sin aviso algo se mueve adentro, quizás un temblor que todo el territorio transforma, y de repente un día ya no están ...

Destejiendo

Para Paulo Me senté desecha entre un bosque de bambús Negada de placer y cariño, carente de lugar... Mis sombras más grandes las hiciste realidad mientras caminaba hacia una luz para ambos, tu tren me atropelló por el costado. Vos tren, yo tren, ninguna estación. ¿Qué es ese ardor que siento en el pecho cuando pienso en vos? ¿qué es esa sensación que cae cae cae...? no entiendo ese manchón, garabato, asterisco, hueco que me sustituye la alegría que quema, empuja y pesa tanto. Absurdo que para estas cosas también sirva el corazón ¿Por qué te traigo hasta mis ausencias? ¿qué pretendo al escribir esto para vos? tu personaje, Casandra, no me advirtió que al mostrarte lo blando le harías una herida y la llenarías de sal ¿qué se me hicieron las instrucciones para soltarte? creo que también las perdí. Probablemente esto es una excusa para buscarte y seguir visitando un lugar que no existe más donde solo estoy yo mirando al vacío doliendo golpes e inundada en po...

Desapego

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A quienes se han ido A quienes sólo no están Duele tanto como si despellejaran la vida y de la carne viva succionaran la luz. Heráclito se sienta a ver cómo todo fluye en algún punto del universo chorreando devenir. La clave para que no duela es hacerlo con cariño soltar gentilmente entender la impermanencia cortar las líneas entre los motivos y el ser. Fluyen las vidas -pura inmanencia- si no, nunca estarás acá. Abrazar el sinsentido y gozar lo efímero y todo se va, mientras que sigue circulando sin dar explicaciones en algún punto del universo.

31 semanas

Para Paulo Es graciosa la forma en la que se llenan y se vacían las cosas Digo graciosa queriendo decir triste, pero tratando de esconderlo y digo cosas cuando en realidad hablo de lo sensible sin materia pero que se siente más que cualquier hueso, músculo y ligamento. 31 semanas no es tanto tiempo, pero los espacios nucleares se andan sin temporalidad la profundidad no se corresponde con las cantidades y los tsunamis siempre arrasan como es natural, aunque eso sea independiente de lo hermosa y potente que es la fuerza del mar, convertida en ola hasta el cielo abisal. 31 semanas me dicen tus capturas de una escena fantástica en blanco y negro, de tragedia ignorada con música, de una noche de cine y parque, inicio insospechado, de lo que ya no ocupa un lugar y errático vaga queriendo regresar. Sin arrepentimiento alguno de haber movido las fibras más sensibles, las más humanas cuando no encuentro sitios para dejar todo lo que ahora me ha quedado apátrida en el lug...

Látigo y piel

Para Paulo Tengo un látigo para cuando sientas que lo merecés Amarras para recordar que podemos soltarlas Carnes sin ataduras o institución, sentires primarios, caballos de estepa recorriendo su libertad Correas para ceder cuando elegir es nuestro poder Y mordazas para que no se te olvide todo lo que me deberías decir. En pugnas de diosas griegas todo es delirio y poder el juego por el juego el juego por el placer discurriendo en cascadas de deseo eliminando toda fricción de la mente, de la razón. Deseo animal, ternura animal mordisco de vuelta nadie lo supo esperar. Pulsión y luego frenar. Avanza tres metros. Vuelve a repetir. (Mejor si venís solo una noche que en las satisfacciones puras y húmedas no debe habitar complicación) Dominar y castigar. Ceder. Dar y recibir. Nos sumergimos en los magmas para penetrar las pasiones y dejarnos ser. Ser pura sublimación con cara de niño emocionado entre olor a rosas convertidas crema de insistencia y así comp...

Tsunami

Para Paulo, con tantísimo cariño insospechado En tu cuerpo el mío no comprendió más razón que la de dejarse llevar y flotar. Entre el cielo más estrellado que contemplé la ingravidez nos atrapó, nos elevó, toda llena de arena y sonido de mar, para que toda la belleza y la alegría pudieran ser. Hubo perfección. Una suave calma estalló en pausa constante. Entendí la relatividad del tiempo y de la cercanía. Entendí que los encuentros tardíos pueden ser los más oportunos y que libertad es dejarse sentir. Buscamos constelaciones, fuego, eclipses rojos y explicaciones del alma. A fin de cuentas, nos dejamos vencer. Y en esa secuencia indómita de momentos felices dormías vos tejiendo abrazos perennes, plácido y hermoso, como un tsunami de estrellas fugaces.