Retirada
Mis mermados ejércitos del querer abandonan estas tierras mi silencio es un grito de retorno mi cierre, la cremación de todas las posibilidades caídas. Voy reagrupando los tigres que una vez te liberé, recojo mis miradas de ternura y de lascivia, mis prolongadas ilusiones sentadas en la sala de espera. Lo recojo todo, hasta mi dignidad y mi derecho, y lo guardo en la bolsa de papel que una vez me preparaste. Estoy de mudanza y es hacia mí misma, vuelvo al centro, al ser lobezno, hago territorio en mi propia carne y alma. Vine a hacerte un regalo y ya no hay nada que quiera dar. Miro desde la distancia de mil pantallas luz tus homenajes a otros nombres no pronunciados y pienso que ya no puedo ser más una puerta que sin llave ni confesarte que a veces enmudezco de celos. Si acaso otra presencia es mi ficción, hay algo aquí que sabe entre ácido y repetido: tu forma de irte tiene la trayectoria de un trencito de feria. Vine a hacerte un reclamo y ya no tengo legitimidad. S...